Breves
Felipe Kraljevich M. / http://www.rockaxis.com/
Alondra Corral da el inicio a la transmisión clandestina y subversiva, “Radio Galena”, y la declaración de principios poderosa e inclemente se hace escuchar como una bofetada a la industria. Todo en una mixtura de bronces medios ska, arreglos romané y un theremin. ¿Los responsables? La Mano Ajena: el colectivo multicultural y políglota comandado por el multiinstrumentista Rodrigo Latorre Echeverría.
Rescatando una tradición que se inicia a principios del siglo veinte, con circuitos básicos para captar señales, mas no escogerlas, La Mano Ajena construye todo un universo de sensaciones alrededor de este concepto que, tangencialmente, también toca realidades concretas de nuestro país, como el de las emisoras clandestinas de los 80, tipo Radio Moscú, Radio Umbral o las transmisiones de Radio Nuevo Mundo de la época. Emisoras que, tal como la “Radio Galena” y su arenga inicial, incitaban al desorden, al caos subversivo en medio de un ambiente profundamente fragmentado y desigual, que se disfraza cotidianamente como nación pujante por los poderes fácticos de este país.
Es por esto mismo que ‘Declaración de principios’ no tiene más lectura que la de un elemento revolucionario, que apela a un cambio drástico y violento, que llama a piratear, hackear, fotocopiar y, en ciernes, a cambiar todo, a derribar un modelo que se nutre de la avaricia; también, en una doble intencionalidad, hay un sentido crítico agudo para mostrar un doble estándar que se ha apoderado de nuestra sociedad.
Tal y cómo se presenta, “Radio Galena” es una transmisión que sigue una línea propia, un universo independiente y como tal, no se rige bajo los estrictos parámetros de un disco; hay una serie de “momentums” que anteceden, que presentan mejor dicho algunos programas o, en otros casos, simplemente son cortinas. Esto pasa, por ejemplo, con la docta ‘Humpapa’ o el matrimonio de culturas llamado ‘Cumbia Klezmer’. Una demostración clara de lo que realiza la Mano Ajena: un maridaje entre diferentes culturas, todas perseguidas y denostadas.
Sin duda que los momentos gratos abundan en “Radio Galena”. La voz prístina de Alondra Corral nos anuncia, por ejemplo, el ‘Vals de la boda pobre’, al que anteceden el notable bolero ‘Caminar’ y la cruda ‘Balada del hombre invisible’. Y es en estas composiciones que la Mano Ajena muestra un crecimiento sorprendente, desarrollando otros sonidos, de raigambre más latinoamericana y amalgamándolas de forma increíble con la esquizoide propuesta mostrada en su placa debut.
Otro punto importante es ‘Tango para Orianita’. Increíble, bellísimo corte que ratifica la tesis anterior; ‘Fanfarria’ regresa a los sonidos más tradicionales del grupo mientras que tres segmentos, uno en el que un pequeño lanza sin tapujos que ya es tiempo de cambio, mientras que la música de cámara y claras influencias “zornianas” se apoderan de las creaciones de Rodrigo Latorre.
Quizás el momento más triste del elepé conceptual sea la cruda poesía ‘Palabras para mi niño’, al que sigue la dolorosamente bella ‘Mil Grullas’; son pocas las palabras para describir lo que se siente al momento de escuchar ambas creaciones, como también es imposible no enternecerse cuando en ‘La casa del carpintero’, un niño le dice de frentón a su padre: “no quiero que te mueras nunca”. Y luego, otra tremenda composición: ‘Canción de cuna’, en una de las mejores vocalizaciones de María Fernanda Carrasco.
‘Concurso’, con un Theremin de fondo, levanta ánimos, invita al oyente a sumarse a este verdadero carnaval ambulante de alegrías y dolores, los que se reflejan de mejor forma en la transmisión de ‘La voz de Palestina’, un ácido y crítico discurso, el que se acompaña por el genial sencillo de este trabajo: ‘Café Turco’, un retrato de la dualidad de los inmigrantes palestinos de nuestro país. Acá, se cumple a cabalidad esta premisa de “Radio Galena” como emisora conciente, rebelde, revolucionaria y tributaria de una realidad que se oculta en nuestro país. ¿Y cómo? Al mejor estilo de la Mano Ajena, con una canción notable.
La transmisión de esta insurrecta emisora clandestina continúa con una anciana que abandona a la caja idiota para dejarse seducir con, creo, una de las más arriesgadas composiciones de este trabajo: ‘Psicomambo cha cha cha’, que en cierta forma me recuerda al Miles Davis del seminal “On the Corner”. Sin embargo, es con ‘Cabaret’ que la Mano Ajena logra desbocarse, perderse entre sus múltiples influencias y textos que si bien son más críticos y reales, también son realizados desde la profundidad de un sentimiento nacional, tal y como se plantea en las ‘Décimas del Bicentenraio’, corte donde se clama por justicia social.
La vanguardista ‘Mayadani’, un tema que casa de forma increíble las tradiciones arábigas con los sonidos sintetizados, es la antesala al cierre de transmisiones, que va con una dedicatoria que me permito incluir en este espacio: “Por nuestra América mestiza, que fortalece su identidad. Por nuestros pueblos que hoy se despojan de sus fantasmas y tiranos. Para las que oyen, los que recuerdan, los que sueñan… para todos ellos, Radio Galena”. Sin palabras.
Pocas veces un trabajo como éste ve la luz en un medio como el nuestro. La complejidad aparente, que no es otra cosa que una revisión exhaustiva de nuestras raíces y su rico discurso; reflejo constante de las vicisitudes de nuestro modelo, de su carácter excluyente, abusivo, bastardo, no se llevan bien con lo “masivo” mas sí con lo “popular”, con el pueblo y sus formas y modos de vivir la historia del presente. Y eso es lo que refleja esta combativa emisora clandestina, esta “Radio Galena”.
Ojala que en el 2009 se haga mas difusion de esta obra que es un aporte cultural de mucho valor y muy entretenido.
Debiesen hacer una presentación mensual de la obra con un calendario para poder invitar a quienes quieren conocer a esta banda y esta obra genial que es Radio Galena.
Carlos puedes comprarlo tienen una edicion super economica y colaboras con la musica chilena de calidad y que hacen sus proyectos con mucho esfuerzo.
El CD es muy bonito en su edición de lujo, regalatelo