Como buen pueblo nómada la oralidad es el canal de los secretos gitanos, de la educación informal y de tantas cosas más.

Es el registro que no sale de los libros sino de las propias voces Rom.

Si bien es cierto existe excepciones de gitanos que han logrado insertarse en la sociedad dominante Chilena, dejando el nomadismo y logrando obtener trabajos al igual que cualquier ciudadano más, el caso es distinto para los que aun rechazan el sedentarismo.

Al ser un pueblo oral y milenario el hecho de integrarse al mundo occidental le hace pararse frente a frente a la burocracia, la que de manera violenta intenta someter a todos bajo un sistema que para los Rom se transforma un verdadero caos.

Existe un alto porcentaje de analfabetismo en gitanos nómadas lo que aun dificulta más las cosas cuando es necesario conectarse con el exterior gadyé.

Leí hace algún tiempo un documento realizado por el escritor gitano argentino Jorge Emilio Nedich donde la problemática oralidad v/s burocracia se hace más evidente y es más profundizada. Abajo parte del documento.

“Se le ha achacado a este pueblo la falta de instituciones de fomento, desarrollo y representación, esta supuesta falencia ha servido de manera ideal para justificar, mediante la utilización arbitraria del derecho jurídico y de las pragmáticas religiosas, las expropiaciones, las persecuciones, las matanzas, los intentos culturicidas, parcialmente logrados y también la cárcel por el sólo hecho de pertenecer al grupo. Poniendo como excusa la desorganización, la indigencia y las molestias causadas por este pueblo en detrimento de la sociedad.”

Esta claro que la oralidad como consecuencia choca abiertamente con muchos problemas actuales pero no deja de ser una de las herramientas más poderosas y más mágica para los Gitanos.

En más de alguna ocasión amigos Rom han compartido conmigo, lo que agradezco infinitamente, parte de entretenidas historias transmitidas por sus abuelos o algún remoto pariente que aun recuerdan con el paso del tiempo, cosa que las familias comúnmente hacen pero no con el intenso recorrido gitano por el mundo, así es como han aprendido a organizar, a trabajar y a vivir por siglos.